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Febe, Viviendo la Fe Auténtica en Cristo

“Os recomiendo a nuestra hermana Febe, que es sierva de la iglesia en Cencreas. Por tanto, debéis acogerla en el Señor de una manera digna de los santos y ayudarla en cualquier cosa que requiera vuestra ayuda. Porque en verdad ha sido benefactora de muchos, y también de mí. (Romanos 16:1-2, NVI)

¿Eres implacable en la oración y el servicio al Señor? Esta es una pregunta que a menudo necesito hacerme. ¿Cómo se ve la fe auténtica e implacable en Cristo en las mujeres de hoy? Se nos dan algunas pistas cuando miramos a diferentes mujeres en la Biblia que vivieron su fe en Cristo.

Al final de su carta a las iglesias romanas, Pablo nombró a ocho mujeres que merecían ser saludadas o tratadas con respeto. La primera mujer nombrada fue Phoebe. Aprendemos que Phoebe era una sirvienta, una ayudante y una benefactora. Vuelva a leer los versículos enumerados anteriormente. Piense en los trabajos de servicio que la gente de su iglesia realiza como servicio al Señor. Phoebe estuvo muy involucrada en el servicio de algunas de las mismas maneras.

Lo más importante es que Pablo reconoció la fe auténtica de Febe en Cristo. Paul conoció a Phoebe mientras estaba en Corinto. Vivía y servía en una iglesia en Cencrea, que estaba a unas seis u ocho millas de Corinto. Aparentemente, Febe era rica y gastó sus recursos en la obra del Señor. Esto era obvio ya que Pablo la nombró como benefactora para los demás y para sí mismo. Algunos eruditos bíblicos creen que entregó la carta de Corinto a Roma.

Aprendemos de Febe a entregarnos en un servicio sincero al Señor ya la iglesia. Usando los dones, talentos y recursos que Dios nos ha dado, debemos mostrar una fe auténtica en Jesús y ayudar como y cuando veamos una necesidad o una puerta abierta. Dios proveerá oportunidades para ser un siervo, un ayudante o posiblemente un benefactor. Ya sea que la tarea sea trabajar con niños en edad preescolar, ayudar en el ministerio de música de la iglesia o servir en el ministerio de la iglesia para las personas sin hogar, debemos seguir el ejemplo de Phoebe y ser generosamente implacables mientras vivimos nuestra auténtica fe en Jesús.

Ora:

Padre, gracias por amarnos y enviar a tu Hijo Jesucristo. Ayúdanos a servirte de todo corazón y con alegría, sabiendo que nuestra mayor recompensa es pasar la eternidad con Jesús. Danos coraje y gracia mientras te servimos guiando a los preescolares en nuestro care. Para Tu gloria y en el Nombre de Jesús, oramos. Amén.

por Brenda Morris