
Divide y vencerás: uso de líderes voluntarios en el discipulado de misiones infantiles
Es hora de reunirse nuevamente con sus hijos: ¿sus palmas comienzan a sudar? ¿Tu grupo está lleno de niños bulliciosos que se sentaban en silencio todo el día en la escuela y ahora están listos para sacar toda esa energía acumulada? O tal vez tú, y posiblemente otra alma cordial, se enfrenten solos a los niños.
Pongamos esas palmas sudorosas a trabajar poniendo en marcha un plan que no solo lo ayudará a tener la mejor experiencia posible, sino que también promoverá el crecimiento espiritual de otros en el cuerpo de su iglesia.
Reclutar algunos voluntarios. Cada grupo necesita al menos dos adultos en un salón de clases por razones de seguridad. Más allá de eso, un buen ratio es un adulto por cada ocho niños. También querrás tener algo de extra voluntarios que están capacitados y disponibles para los momentos en que alguien está enfermo o de vacaciones. Planifique con anticipación cómo administrará el grupo cuando varios líderes estén ausentes. Esté preparado para implementar esos planes cuando sea necesario (es decir, combine grupos, elimine el plan de estudios a favor de una recreación o una noche de cine, etc.). (Asegúrese de seguir las pautas de su iglesia sobre la cantidad de adultos requeridos por salón de clases y las políticas de evaluación para adultos que trabajan con niños).
Asegúrese de que sus voluntarios sepan lo que se espera de ellos antes de cada sesión y cómo can mejor te ayude. Por ejemplo, si tiene un grupo de edades mixtas, tenga a alguien que se dedique a ayudar a los niños más pequeños con las manualidades o la lectura. Una vez que haya establecido su rutina, ¡es hora de ayudar a sus voluntarios a crecer!
Ayude a sus voluntarios a descubrir sus fortalezas y debilidades. Tal vez tenga voluntarios que se criaron en grupos de discipulado de misiones y entienden lo que se espera con respecto al plan de estudios. O tal vez tenga adolescentes y estudiantes universitarios que se están preparando para el ministerio o simplemente buscando formas de servir en su iglesia local. Anímelos a ser más que un extra cuerpo en el salón de clases, bríndeles la oportunidad de enseñar y liderar.
Diseñar un plan de acción que equipe y capacite a los voluntarios para desarrollar sus habilidades y capacidades de liderazgo y los inspira a alcanzar su máximo potencial en el aula. Inspira a estas personas a alcanzar su máximo potencial. Crecerán en su confianza en el liderazgo, y verá que sus dones espirituales se usan plenamente para la gloria de Dios.
El discipulado de misiones es, ante todo, invertir en los niños que Dios ha puesto en su ministerio y enseñarles cómo vivir una vida en misión para Dios. Se trata también de dar al cuerpo de Cristo oportunidades para practicar vivir una vida en misión en el lugar donde Dios ha caLlénalos: ¡tu salón de clases, tu iglesia, tu comunidad!
por Bill Halladay
Este artículo apareció por primera vez en marzo-abril-mayo de 2023 Viaje Misionero: Líder de Niños. Cada trimestre de Viaje Misionero: Líder de Niños, la pieza del plan de estudios para el discipulado misionero de los niños, brinda información práctica e ideas para los líderes de los niños.

